William Shakespeare, el bardo de Avon

 

William Shakespeare es considerado como uno de los más grandes escritores de todos los tiempos. El también poeta, dramaturgo y actor inglés escribió alrededor de 150 sonetos y 30 obras de teatro. Su obra es patrimonio del habla inglesa y se dice que él fue quien dio estructura a esta lengua con la creación de más de 1,700 palabras, muchas de las cuales se siguen utilizando en la actualidad.

Admirado por sus contemporáneos, su genio traspasó las fronteras de Inglaterra. En la era victoriana y en el Romanticismo del siglo XIX también fue venerado y, para el siglo XX, sus obras fueron redescubiertas y reinterpretadas por múltiples movimientos artísticos en todo el mundo. Su extensa obra se volvió entonces en un patrimonio de la humanidad y se tradujo a casi todos los idiomas.

Entretenimiento de la corona

La población de aquella época contó con varios tipos de entretenimiento, como las celebraciones de días festivos en las que la gente cantaba, bailaba y se divertía, además de que jugaban ajedrez, damas y el tenis, los cuales eran muy populares. También se leía mucho, y las clases más adineradas y educadas tenían acceso a sus libros predilectos, incluso en otros idiomas. Hubo también un espectáculo que era favorito entre reyes y plebeyos: las peleas de osos y perros.

Estas peleas se presentaban como una forma de deleitar a los invitados de la corona. En ocasiones, se realizaban antes de las representaciones teatrales de las que Isabel I era apasionada. Ella fue devota estudiosa de los clásicos y utilizó su influencia para impulsar el teatro inglés. Shakespeare acudió a solicitar los favores de la reina y se volvió uno de sus más fieles seguidores. No dudó en elogiarla en una de sus obras, como lo hizo en Sueño de una noche de verano. Cuando la reina falleció, Shakespeare también se ganó el favor de Jacobo y la licencia de poder presentarse en el Teatro El Globo.  

El contexto histórico en el que el teatro de Shakespeare se desarrolló fue, como ya se mencionó, durante los últimos años de reinado de Isabel I y parte del de James I (Jacobo en la traducción hispana) de Inglaterra, en un momento en que la salud del pueblo se vio mermada por las plagas, la peste bubónica y las enfermedades de transmisión sexual, como la sífilis.

De hecho, Shakespeare hace mención de estas enfermedades en varias de sus obras, como La Tempestad, La vida de Timón de Atenas, El Rey Lear y en Romeo y Julieta, por ejemplo. A continuación, un fragmento del diálogo de Fray Juan, en el quinto acto de la obra:

Fui en busca de un hermano franciscano
que habría de acompañarme. Le hallé
en la ciudad, visitando a los enfermos.
La guardia sanitaria, sospechando
que la casa en la que vivíamos los dos
estaba contagiada por la peste,
selló las puertas y nos prohibió salir.[1]

Por mandato real, los teatros tuvieron que cerrar cuando surgió el brote de la plaga. Sin embargo, esto no impidió que la actividad teatral cesara. Los actores de aquel tiempo realizaron giras para llevar sus representaciones a cada pueblo y a cada granja como entretenimiento.

Y es que sus obras se presentaron en todo tipo de escenarios, que iban desde los teatros privados de la corte real, hasta los patios traseros de granjas, así como casas adineradas y otras un poco más ramplonas (vulgares).

El mito de “El Bardo”

Varios estudiosos y biógrafos de Shakespeare, mencionan que su vida en general fue un enigma completo. La fecha exacta de su nacimiento es desconocida, pero hasta ahora se ha considerado como fecha legítima la inscrita en su fe de bautismo, el 26 de abril de 1564. Su muerte también está rodeada de misterio, las causas no se han esclarecido hasta ahora. Falleció a la edad de 52 años, edad sorprendentemente longeva para la época, cuya esperanza de vida era de 35.

Se habla también de “los años perdidos de Shakespeare” que van de 1578 a 1582 y de 1585 a 1592. No se tiene certeza sobre las actividades que realizó durante el primer periodo de tiempo, desde que dejó la escuela hasta su matrimonio con Anne Hathaway (de la cual también hay intriga, pues al parecer hubo dos Anne en su vida) en 1582. Respecto al segundo periodo de vida, se cree que perfeccionó sus habilidades como dramaturgo y recolectó fuentes y experiencias para sus obras.

Se dice también que, en realidad, Shakespeare no escribió sus obras y se le atribuye la autoría a Lord Francis Bacon. Sin embargo, no hay evidencias de que las obras fueran escritas por alguien más, bajo un seudónimo, o que algún otro dramaturgo o actor contemporáneos se encargara de la producción y escritura de sus obras.

Otro de los mitos que rodean su figura es la familiaridad que Shakespeare tenía con la cultura italiana. Conocía las historias de Boccaccio, Matteo Bandello y Masuccio Salernitano. El profesor siciliano Martino Iuvara afirma en su libro Shakespeare era italiano que Shakespeare nació en realidad en Messina como Michelangelo Florio Crollalanza y que su familia huyó de Italia durante la Santa Inquisición. Sin embargo, muchos teóricos dicen que esta teoría cuenta con poco sustento. Aún así, si este tema te interesa, puedes consultar el libro del profesor Iuvara.

Los teatros de Shakespeare

Algunos teatros en los que se presentaron las obras de El Bardo, y él, como actor, fueron el Teatro The Rose, uno de los más importantes en la vida londinense y que recibió a múltiples compañías. The Swan, ubicado en Surrey, también fue considerado como uno de los más distinguidos y del que, según se dice, fue uno de los lugares semipermanentes donde la compañía de Shakespeare se presentaba. De él se conservan bocetos de cómo lucía el interior. Esta compañía primero fue conocida como The Lord Chamberlain’s Men y luego como King’s Men. Esto debido al cambio de mecenas.

Pero sin duda, uno de los más reconocidos es el The Globe Theatre. Fue construido en 1599, ubicado junto a The Rose, en el lado sur del Támesis. Fue diseñado por los hombres de Chamberlain y construido por el hijo del actor James Burbage. Este teatro fue propiedad de 5 actores: Will Kempe, Augustine Phillips, John Heminge, Thomas Pope y William Shakespeare. The Globe fue la casa principal de las actuaciones de Shakespeare. Su apariencia sólo se puede reconstruir a partir de bocetos en escenas de la edad isabelina. La apariencia interior se puede reconstruir a partir del dibujo del Teatro Swan. Era de estructura hexagonal y contaba con tres pisos de altura, sin techo. Tenía un aforo aproximado de 1,500 personas. Este teatro sucumbió ante un incendio causado por una bola de cañón durante una representación de Enrique VIII en 1613. Se reconstruyó y abrió sus puertas nuevamente después de un año.

Más allá de los mitos y misterios que rodean la enigmática figura de William Shakespeare, sus textos son su mayor legado, pues continúan vigentes debido a que, en ellos, se muestra la gama de emociones humanas y habla de todos los temas que nos conciernen, como la muerte, el amor y la música, por mencionar algunos. También sus historias han logrado transcender el tiempo y la cultura. Sus obras continúan adaptándose al mundo moderno y representándose. Los personajes son héroes trágicos, complejos y para muchos actores, interpretar un personaje de Shakespeare es una labor difícil, pero también gratificante. Se puede destacar también que su importancia radica en la creación de muchas expresiones comunes, consideradas incluso cliché, como que “ni aquí ni allá” se dejará de leer a William Shakespeare.

Autora: Bárbara Olguín

 

Referencias:

Mabillard, Amanda. Entertainment in Elizabethan England Shakespeare. 2000. En Shakespeare-online.com.

Shakespeare-online.com/biography

Shakespeare-online.com/The-lost-years

Shakespeare, William. Romeo y Julieta.

Shakespeare, William. La trágica historia de Hamlet, príncipe de Dinamarca. Trad. y comentarios de Álvaro Custodio. UNAM. 2012

[1] Diálogo de Fray Juan (V.2.7) en Romeo y Julieta.

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