Vida y obra de Mario Benedetti: un 14 de septiembre


El cuerpo no es más que un medio de volverse temporalmente visible. Todo nacimiento es una aparición.

Amado Nervo[1]

 

Uno de los referentes de la literatura hispanoamericana, Mario Benedetti, acompañó a este mundo chambón y jodido, diría su coterráneo Eduardo Galeano, desde un 14 de septiembre de 1920 en la localidad uruguaya de Paso de los Toros. Bajo el seno de una familia con una inestabilidad laboral y una formación autodidacta que ejerció Mario en su adolescencia, terminó vinculándose en cargos administrativos.  

Es así como en 1938 se trasladó a Buenos Aires, siendo el secretario de Carlos Bernardo González Pecotche, conocido como Raumosol, quien fuera el fundador y presidente de la Escuela Logosófica a la que perteneció su familia en 1934.

Adviértase que debido a las duras condiciones bajo el servicio de Raumosol y la cara oculta de la fundación pseudofilosófica durante tres años, Benedetti decidió tomar distancia de la misma y regresar a Montevideo. Al mismo tiempo es importante señalar que su experiencia en la institución no es del todo negativa. Su estadía en esa entidad logró que su familia estableciera vínculos con la familia López, los papás de su futura esposa, además, su estancia en Argentina despierta su vocación literaria tomando como referente de sus lecturas a Baldomero Fernández Moreno en la Plaza San Martin.

En Uruguay, Mario estableció un noviazgo formal con Luz López Alegre, casándose en 1946, y permaneció a su lado el resto de su vida. Los años posteriores, Benedetti vinculó sus labores de oficina y literarias en diferentes periódicos y revistas. En ese mismo tiempo realizó diferentes viajes a Europa y Norteamérica, además de vivir un año en París.

Y no es mera coincidencia que Mario Benedetti desde sus inicios intelectuales se interese por los problemas sociales del mundo y su país, al punto que en los años setenta sus intereses fueran tan grandes que terminó tomando una postura del socialismo tipo marxista. Ahora bien, en 1962 fue colaborador del Partido Socialista de Uruguay.

En 1966 realizó su primer viaje a Cuba como miembro dcl jurado Casa de las Américas de Novela, estadía que le permite crear contactos con diferentes personas y un vínculo fiel a ese régimen a pesar del distanciamiento de diferentes intelectuales al gobierno de Castro por el caso de Padilla. Esa experiencia hace que Mario esté continuamente vinculado a la isla, abriendo en sus obras literarias la utopía.

Ahora veamos cómo en los años setenta su vida política se incrementa en Uruguay a partir de su participación en el “Movimiento de Independencia 26 de marzo”, que era de la coalición de izquierdas del Frente Amplio, cara a las elecciones de 1971. Cabe señalar que la sociedad uruguaya se encontraba fragmentada por el nivel de represión de 1968 encabezado por el gobierno y la guerrilla tupamara, lo que generó un autogolpe de estado en 1973. Esta dictadura logró el exilio de Mario Benedetti en Argentina, Perú, Cuba y, posteriormente, en España, permaneciendo hasta el fin de la dictadura en 1985 para regresar por fin a Uruguay.  

Su regreso a Uruguay ocasionó viajes por todo el mundo para recibir premios, galardones y homenajes como el nombramiento de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante en 1997. Paralelo a esos reconocimientos la salud de su esposa, Luz, quien padece de Alzheimer se deteriora hasta su fallecimiento en el 2006.

Conviene, sin embargo, advertir que Benedetti es junto con otros escritores como Sarandy Cabrera, Manuel Claps, Emir Rodríguez Monegal, Ángel Rama, Ida Vitale o Idea Vilariño, miembro del grupo de escritores de la llamada “generación del 45” o “generación crítica,” caracterizados por su análisis e inserción a los temas de los sujetos uruguayos.

En ese sentido, Mario abordó todos los géneros literarios como la narrativa en donde se destacan obras como: La tregua, El cumpleaños de Juan Ángel o libros de cuentos como Montevideanos, La muerte y otras sorpresas y Geografías, hasta llegar a la poesía con textos como Poemas de la oficina, Poemas de otros o El olvido está lleno de memoria, recorriendo muy de vez en cuando el teatro, sobresaliendo su obra Pedro y el capitán

No se puede dejar de lado el maravilloso ejercicio periodístico, crítico y ensayista de Benedetti en trabajos como: El escritor latinoamericano y la revolución posible, El desexilio y otras conjeturas o La realidad y la palabra, sin olvidar que sus obras han sido llevadas en varias ocasiones a la televisión y el cine.

El 17 de mayo de 2009, Mario Benedetti falleció en su casa, a los ochenta y ocho años de edad. Dicho evento ocasionó un duelo nacional encabezado por diferentes personalidades para, finalmente, ser sepultado en el Cementerio Central de Montevideo. Después de su muerte, su obra retornó con más fuerza causando múltiples reuniones culturales en España y Uruguay en el Instituto Cervantes y la Fundación Mario Benedetti.

Concluyamos, entonces, que la obra de Mario Benedetti es un viaje humano entre la esperanza, la melancolía, la decepción ante una sociedad que desencanta, pero paradójicamente genera un amor a los sujetos frente a la defensa de la memoria y la utopía de un futuro mejor. Su obra literaria se vuelve un bien común al alcance de todos, lo que ocasionó muchas veces el entre dicho de su quehacer literario, pero marcado por un sello original a esas letras que lo hacen único.

Referencias bibliográficas

Alemany Bay.  C (1998).  Sobre las artes poéticas de Mario Benedetti: evolución y conclusiones. Alicante: Universidad de Alicante.

Benedetti, M. (1968). Sobre artes y oficios. Montevideo: Alfa.

Paoletti, M. (1996). El aguafiestas Benedetti: la biografía. Madrid: Alfaguara.

[1] Poeta, novelista y ensayista mexicano, cofundador de la revista Azul y uno de los escritores más prolíficos      en la historia de la literatura universal.

Déjanos tu comentario
Tags:

Tal vez pueda interesarte...