Gibrán Jalil Gibrán como sujeto y actor

A la manera de un etnógrafo, Gibrán Jalil Gibrán (1883-1931) expone las vivencias cotidianas que nutren de conocimiento a los seres humanos para su supervivencia y bienestar. Con una óptica no occidental y una aguda sensibilidad animista, el autor libanés dota de filosofía, armonía y estética sus escritos.

Los personajes en sus múltiples obras siempre se caracterizan por ser críticos y autónomos de pensamiento, son sujetos modernos a la manera de Alain Touraine, es decir, toman el control de su propia vivencia, pero además son actores, debido a que son capaces de transformar la vida de los demás.  (Touraine, 207-208)

En Espíritus rebeldes (1903), Khalil, un joven monje, escapa del convento porque no está de acuerdo con la desigualdad social que privilegia a los sacerdotes con un cómodo lecho y una comida exquisita, mientras que él dormía en una cama dura y con sobras de dicha comida. Su escape significa un autocontrol y la búsqueda de su propio camino y bienestar en contra de quienes solo se dejan llevar y permiten que las circunstancias decidan su rumbo.

Vanas son las creencias y enseñanzas que vuelven mísero al hombre, y falsa es la bondad que lo conduce al sufrimiento y desesperanza, pues es el destino del hombre ser feliz en esta tierra y hallar el camino hacia la felicidad y predicar su verdad dondequiera que vaya. (p. 6)

Desde la perspectiva de Alain Touraine, aquel que predica su verdad en cualquier lugar donde se encuentre, no es más que un sujeto que subjetiva la realidad tradicional abriendo horizontes hacia un mundo moderno. Se trata del espíritu rebelde de cada persona, no sólo de ir en contra de lo establecido, sino en pos de encontrar un camino propio.

En la reflexión del inicio de El loco, Gibrán expone la esencia de ser un sujeto, autopía que al volverse realidad se convierte para los demás en un trastorno mental, pues frente a la falsedad y ficción que rigen la cultura quien se presenta como un ser en sí mismo, sin máscaras, siempre será visto como un loco:

Y en mi locura he hallado libertad y seguridad; la libertad de la soledad y la seguridad de no ser comprendido, pues quienes nos comprenden esclavizan una parte de nuestro ser. (p, 1)

Al no ser comprendidos somos sujetos auténticos, pues la comprensión es un convencionalismo que se solidifica en la sociedad en forma de moralidad y valores. Ser sujeto es lo contrario a ser esclavo, pues, aunque se viva dentro de un grupo social, la conciencia se extiende más allá o más acá de la lógica y el orden que hacen creer a la mayoría que hacen lo correcto.

Con El Vagabundo, Gibrán muestra la capacidad de ser, no sólo sujeto sino también actor y modificar el pensamiento y realidad de quienes lo rodean o se cruzan en su camino. El sujeto que va por la vida en una constante peregrinación, deja sus experiencias que transmite a través de la palabra, pero no se detiene, sólo hace pausas para esparcir sus saberes y continúa entregándose a nuevas vivencias:

Cuando nos dejó, tres días después, no lo sentíamos ya como un huésped que había partido sino, más bien, como uno de nosotros, que estaba en el jardín y que aún no había entrado. (p, 1)

Así como el vagabundo, el loco, el profeta, el rebelde y demás personajes que valoran la interioridad del ser antes que su parte exterior, Gibrán Jalil Gibrán ha dejado huella en cada lector que se ha aventurado a alguno de sus textos, el creador libanés es un actor por excelencia.

Autor: Diego R. Hernández

Referencias:

Touraine, Alain. (1994). Crítica de la modernidad. Fondo de Cultura Económica.  http://biblio3.url.edu.gt/Libros/2011/el_vaga.pdf

Khalil, Gibran. (1908). Espíritus rebeldes. Livros gratis. https://www.livrosgratis.com.br/ler-livro-online-108178/espiritus-rebeldes

Khalil, Gibran. (1918). El loco. Formarse. http://biblio3.url.edu.gt/Libros/2011/el_loco.pdf

Khalil, Gibran. (1932). El vagabundo. Formarse. http://biblio3.url.edu.gt/Libros/2011/el_vaga.pdf

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