Señales de Jonathan Swift

Las diferencias de opinión han costado millones de vidas; por ejemplo, si la carne es pan o el pan carne; si el jugo de cierta baya es sangre o vino; si silbar es virtud o vicio; si es mejor besar un madero o arrojarlo al fuego…

Jonathan Swift

 

Uno de los grandes referentes de la literatura del siglo XVIII es Jonathan Swift, quien durante mucho tiempo fue considerado como demente por sus críticas a los sectores sociales, políticos, económicos y culturales que se desarrollan en sus obras. Nació el 30 de noviembre de 1667, originario de una familia inglesa que residía en Irlanda. Su papá falleció antes de que éste naciera, situación que obligó a su madre a entregarlo a un cuñado adinerado. En 1688 culminó sus estudios, convirtiéndose en secretario del estadista Sir William Temple, quien era esposo de Lady Temple, familiar de su madre.

Una de sus labores era educar a la hija extramatrimonial de Temple, Esther Johnson, apodada Stella, quien lo acompañaría años más tarde a Irlanda, donde se casaron en 1716. Además, Esther Vanhomrigh, otra de sus estudiantes, apodada Vanessa, también se enamoró de Swift. En su honor, escribió Cadenus y Vanessa. Tiempo después se publicaría su intercambio epistolar. En el campo político su acercamiento fue a través de los Whigs, pero como no lograba avanzar en su carrera, se pasó al bando de los Tories y se convirtió en decano de St. Patrick en Dublín. Durante el gobierno de la reina Ana, Jonathan participó en las controversias políticas en Londres.

Con lo que se lleva dicho hasta aquí, es importante mencionar los textos que escribió Swift como poemas críticos: Description of a City Shower (1710) y sátiras como A Tale of a Tub (1704), A True And Full Account of the Battle Fought Last Friday between the Ancient and the Modern Books in St. James’s Library (1704) o A Modest Proposal for Preventing the Children of Poor People from Being a Burden to Their Parents or Country, and for Making Them Beneficial to the Publick (1729), en las que denuncia la miseria y la explotación en Irlanda y propone a los irlandeses mejorar su economía con la venta de la carne.

Swift también era responsable de la edición de la revista The Examiner. En 1714, después de la muerte de la reina, el autor regresó a Irlanda. Al igual que Gulliver, la mente de Jonathan Swift se desgastó hacia el final de sus días. Murió el 19 de octubre de 1745, pero sin dejar de ser el defensor del pueblo de su país, catalogado de desquiciado por su criticas serias a la sociedad europea.

De estas y otras páginas resulta que nace la obra cumbre de Jonathan Swift Los viajes de Gulliver, que es una ofensa para la literatura de la época. Una novela satírica en la que Lemuel Gulliver, el protagonista, viaja cuatro veces como médico de abordo y culmina en civilizaciones extrañas con nombres que parecen trabalenguas y no pueden ser singulares.

Aparecen los diminutos liliputienses con un divertido sistema político, los gigantes del país de Brobdingnag y los espirituales y honorables laputanos, quienes intentan convertir el hielo en pólvora y los Pepinos en rayos de sol.  Finalmente, se encuentran los simiescos yahoos y los racionales Houyhnhnms, estos últimos, son unos caballos inteligentes. Su viaje finaliza regresando a Inglaterra mientras comienza su repudio contra toda la humanidad, incluyendo a su familia. Cabe recordar que, aunque los dos primeros capítulos convierten a la obra en un clásico de la literatura juvenil, no es de un corte tan inocente porque es una crítica a los sectores socioculturales de Europa y el mundo.

Para terminar, son narraciones diversas que cuentan una aventura arriesgada, algo insólito que se suele relacionar con un viaje a lo desconocido. La obra de Jonathan Swift usa elementos como la intriga y el suspenso, sin dejar de lado la fantasía, con esa sensación de realismo. El protagonista es un héroe, un aventurero y rebelde que se niega a aceptar una sociedad que carece de libertad. En otras palabras, es una parodia de la naturaleza humana y sus sistemas políticos, económicos, sociales y culturales, pero al mismo tiempo una crítica al accionar del ser humano en esos campos.

Y, sin embargo, cada una de las naciones que recorre Gulliver son una representación sociológica de la humanidad. En el caso de los liliputienses son el orgullo del género humano; los gigantes representan la privacidad, lo personal y el físico de los sujetos cuando miran a través de una lupa; los laputienses proyectan la unión de la teoría y la práctica y los caballos ejemplifican una vida armónica de la cual los sujetos somos incapaces de lograr. La invitación es a leer a Jonathan Swift como un referente de la literatura universal.

 

Referencias bibliográficas

Swift, J. (2008). Los viajes de Gulliver. Editorial. LITERATURA RANDOM HOUSE.

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