El símbolo del pájaro en dos filmes: The Birds y Triangle

La intertextualidad es un rasgo que toda obra o pieza de arte posee. Se trata de aquellas influencias o referencias que están puestas en el estilo de determinado autor. A veces son vagas e imprecisas, distantes. En otras ocasiones son tan claras, tan evidentes como una sola estrella brillando en el cielo; así ocurre en el caso del presente trabajo donde dos películas confluyen y se tocan en un tema que hace que logren tener un sentimiento de hermandad, de parentesco.

Pájaros (1963) es una película del director Alfred Hitchcock basada en un cuento de la escritora británica Daphne Du Maurier. El filme, distante del relato de Daphne, retrata cómo estas aves tienen un comportamiento extraño en el puerto, atacan a las personas y les impiden vivir. Por otro lado, la que será la comparación, está Triangle (2009) película del director Christopher Smith, que retrata una rememoración del mito de Sísifo: es la repetición cíclica de un sufrimiento. En ambos casos, los pájaros aparecen como un elemento que significa muerte o destrucción, un algo de misterio. Están presentes en la vida de los protagonistas y son un castigo o una plaga por sus acciones.

Para aclarar esta influencia e intertextualidad, pondré de ejemplo escenas de ambas películas que remitirán a estas aves. En Triangle los pájaros aparecen cuando los náufragos ven llegar a cierto barco de nombre Aeolus, nombre que remite al dios griego del viento, éste lleva gaviotas encima y les hace suponer que hay gente abordo. El acto de subirse da origen a un ciclo de muertes, un espectáculo que horroriza a la protagonista. En el mito griego, Sísifo es condenado a repetir el trabajo forzoso e infructuoso de subir una piedra hasta una cuesta para que después descienda y vuelva a repetir todo, esto se retrata en la película cuando la protagonista se ve obligada a matar una y otra vez a sus compañeros para salvarse del ciclo. Matarse es su mayor hazaña.

En Pájaros, al principio se nos muestra la docilidad y quietud de las aves. Después, la rebeldía de éstos se va acentuando. Los humanos ahora se esconden en sus casas, las aves parecen decir que ya no quieren ser los enjaulados y que desean cambiar de posición frente a los humanos. En ambos filmes se presenta un duelo del humano frente al destino, frente a la naturaleza. Dan una lección: nos dicen que las personas tienden a ser egocéntricas, exageradas en su comportamiento, se sienten más por el hecho de ser humanos.

En estas películas se muestra la fuerza de la naturaleza y su completa indiferencia frente a cualquier especie. Al final, la que sobrevive es la que más se adecúe a su entorno. Por eso, no es descabellado pensar en un ataque de pájaros hacia las personas y que éstas busquen con ello venganza, apropiarse de su territorio que ha sido invadido. Hitchcock comentó en cierta ocasión sobre esta película: “En Pájaros intentamos dar una visión sobre nuestra despreocupación por la naturaleza.” Esto puede darnos el sentido de la premisa de la película: la venganza de la naturaleza.

Triangle tiene más misticismo, más asunto intricado. El hecho que desencadena el conflicto es un castigo que podríamos tachar de divino. No sólo nos remite a Sísifo sino también a Odiseo: aquel hombre que vagó por el mar sin poder escapar ya que fue un Dios quien lo retuvo en las aguas con su castigo de errar por los océanos. Semejante a esto es Triangle que en el movimiento cíclico de su narrativa nos muestra el propio movimiento de las olas que van y vienen y parecen ser infinitas. Todo es rememoración. El tiempo no tiene importancia en la película pues tanto el inicio como el fin coinciden.

Lo que los une es el símbolo que remiten los pájaros. El viento y el agua son los elementos que actúan correspondiéndose: Aeolos es el barco de la eternidad. Las aves han participado en la mitología que da lugar a creencias en los pueblos y culturas. El mero acto de volar es considerado, desde siempre, como una característica que sólo las aves y los dioses debían tener. La transgresión de esta línea da lugar a castigos: Ícaro hundiéndose en el mar con las alas en fuego es el ejemplo más claro.  

Para continuar con esto, a veces, las aves son un augurio bueno o malo. Anuncian, promueven un nuevo evento: en la batalla de troya fueron las aves las que anunciaban a los dioses. En el caso presente de Triangule simbolizan la muerte latente, precisa e incolora que acecha; en Pájaros la supervivencia del más apto, la fortaleza, el miedo.

Pero de estas significaciones la que me interesa es la que introduce María Ángeles Roque: “Una de las simbologías más extendidas de las aves es la representación del alma.” Esta idea que asocia al ave con un alma está presente en las películas. Así, su importancia de mero animal a un transporte de la vida da de lleno en el espectador. En Triangle las aves muertas y las que están de rapiña junto a los cadáveres de los repetidos amigos de la protagonista impactan. Un hecho natural cuando se trata de comer peces, pero cuando es a humanos todo cambia. Lo mórbido, lo terrible que puede ser la naturaleza puesta en su expresión clara.

En Pájaros citaré la escena cuando las aves entran por la chimenea. Ese gesto de invasión, de apropiación es una metáfora de las conquistas de pueblos sobre otros, pero más que conquista, el acto de los pájaros es una sublevación. Hartos de su esclavismo atacan. La confrontación entre aves y humanos nos muestra que los villanos, a fin de cuentas, somos nosotros. Hemos dañado su habitat, nos adueñamos de su territorio. La lucha es la fuerza que rige a este filme.

Si lo vemos en un sentido religioso, los pájaros vendrían a ser una plaga para el humano. La referencia a Egipto y al antiguo testamento está asegurada. Estos animales son portadores del alma y en su vuelo aluden a la ascensión por el que pasan los seres humanos. Representan al viento, sus alas son una forma de adaptarse al vuelo, de ser parte del aire.

En Triangle el elemento que predomina es el agua. Toda o casi toda la película se desarrolla en el barco. En el infinito azul del mar, en su misterio y en su peligro. Todos tenemos respeto al océano, su grandeza conmueve y ataca a nuestra egolatría humana. Si unimos estos elementos lo que nos da es un huracán: un evento de la naturaleza que destruye todo a su paso. Insignificantes son las construcciones mundanas, insignificantes somos todos ante su fuerza y poderío.

Estas películas dedican escenas a mostrar en el ave una metáfora de la muerte. Si la obra de Hitchcock influyó en Triangle es dudoso. Pero lo cierto es que ambas se corresponden, se alimentan y llegan a tener un lazo de hermandad.

Autor: José López Avendaño

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