Más allá del invierno de Isabel Allende: una novela sobre la migración

 

En medio del invierno aprendí, por fin, que había en mí un verano invencible.

 Albert Camus[1] 

 

La novela hispanoamericana de los siglos XX y XXI es el medio ideal para revisar los dilemas   socioculturales que atraviesan el continente, como la pobreza, la corrupción, la violencia, el racismo, la desigualdad y la migración. Este último se convierte en una alternativa que usan los individuos para mejorar sus aspectos familiares y económicos con el fin de garantizar una vida armónica. Algo que Isabel Allende trata en su última novela. 

Al respecto conviene decir que Stark (1991) afirma:

Para que la estrategia de la migración tenga sentido, se requiere una de las dos condiciones siguientes: que la cabeza de familia mantenga, por ejemplo, un perfecto control sobre el migrante, o que se llegue a un acuerdo de cooperación entre las dos partes que adoptan la decisión, es decir, la familia y el migrante. El pacto implica un intercambio intrafamiliar de riesgos, de acuerdos, de seguro mutuo, y de dispositivos para controlar los problemas del migrante y la familia. Por parte del migrante se pueden presentar problemas de orden moral para el cumplimiento del contrato, al subestimar su éxito o aumentar su nivel de vida de manera apreciable, produciendo de este modo un excedente menor; o admite su éxito, pero se niega a compartirlo con su familia. Si se permite que emigren dos o más miembros de la familia, a estos problemas le añaden otras cuestiones como la formación de coaliciones, o puede ser que todo miembro migrante desee que la familia goce de las remesas de dinero, pero prefiere que otro miembro migrante envíe más para él enviar menos. La familia, por su parte, se compromete a que las remesas sean destinadas a lo acordado[2].

Lo cierto es que la familia es un eje fundamental en el proceso de migración que determina el accionar de los sujetos en los sectores económicos y sociales, los cuales permitirán concretar los proyectos anhelados.

Es interesante examinar el problema también desde las relaciones transnacionales que han permitido, en muchas ocasiones, que las personas lastimadas puedan iniciar un segundo capítulo en su existencia.  En ese sentido, la escritora chilena Isabel Allende presenta en su libro Más allá del invierno, con la frase del escritor Albert Camus citada anteriormente, la historia de Lucía Maraz, Richard Bowmaster y Evelyn Ortega, tres personajes que atraviesan por un terrible invierno en Nueva York y comprenden que más allá de ese fenómeno está el amor y una primavera invencible que regala la vida.  

Isabel Allende - Más allá del invierno

Lucia es una maestra chilena que visita la Universidad de Nueva York en compañía de su perro chihuahua Marcelo.  Pasa el invierno en un sótano de Brooklyn, específicamente en un cuarto pequeño que le arrienda el profesor Richard Bowmaster, para quien trabaja. Su vida se caracteriza por pérdidas y búsquedas fallidas entre las que se destacan: la desaparición de su hermano Enrique, simpatizante del gobierno de Salvador Allende, quien desaparece después del golpe militar de 1973; el deterioro de la salud de su madre, Lena, quien se extingue en vida por la pérdida de su hijo y el exilio de Lucía.

Tras su regreso a Chile se suma la relación fallida de amor que vive Lucia con el abogado Carlos Urzúa, con quien tiene a su hija Daniela y, tras veinte años de rutina y desamor su matrimonio culmina. Uno de los ejes esenciales de ese desenlace es el cáncer que presenta Lucia. Sin embargo, este suceso la lleva a trabajar a Nueva York al lado de Richard Bowmaster y superar su enfermedad. 

En seguida nos presenta a Richard Bowmaster, quien ha sido un niño estudioso con problemas estomacales y timidez, pero años después se convierte en un gran académico en las ciencias políticas que viaja a Brasil en 1985. Dicho viaje le permite descubrir que no es muy bueno en los bailes y termina vinculado a una academia de baile donde conoce a Anita Farinha, el amor de su vida. Tiempo después se casan y tienen a su hija Bibi, pero esos eventos que tendrían que ser felicidad para la pareja, desencadenan una suma de tragedias.

Finalmente, Evelin, la joven guatemalteca indocumentada, quien tiene problemas lingüísticos y cuerpo de niña viaja a Estados Unidos con la ilusión de encontrar a su madre. Su mamá dejó a sus hermanos y a ella a cargo de su abuela Concepción Montoya, para buscar darles una mejor calidad de vida. Gregorio, el hijo mayor, termina abandonando la escuela e involucrado en las pandillas de la Mara Salvatrucha para después aparecer muerto por traidor. Andrés, el hijo menor, termina asesinado por unos hombres quienes lo acusaban de traidor y en venganza terminan violando a Evelyn, quien viaja a Norteamérica en busca de su madre y para no ser asesinada.                          

Evelyn logra llegar a Estados Unidos de una forma peligrosa y encontrarse con su madre. En el curso de esta búsqueda, Isabel Allende presenta las crisis que enfrentan los migrantes y el actuar de los traficantes y recuerda que en la mayoría de veces este proceso termina en la muerte. Cabe resaltar que Evelyn vive con su madre a quien la siente distante y en un acto de agresividad con ella se va de la casa a Brooklyn, donde termina laborando con los Leroy, una familia disfuncional y de negocios ilegales. Sin embargo, amaba estar en ese lugar porque puede cuidar del pequeño Frankie quien tiene problemas de discapacidad, pero logró robar su corazón.

Recurriendo a ese juego de palabras y uniones que presenta Allende en libros como El cuaderno de Maya, La casa de los espíritus y El amante japonés y cuya excepción no pudo ser este libro Más allá del invierno, logra unir a Lucia, Evelyn y Richard, quienes se encuentran con el cadáver de Katryn Brown en el carro de los Leroy. Al no querer ser acusados de ese homicidio, acuden a diferentes estrategias para que la policía pueda hallar el cuerpo de la mujer.

Algo más que hay que añadir es que Isabel Allende evidencia las emociones que permean a sus personajes, como el amor, el odio, el engaño, la traición, entre otros, mientras fomenta y fortalece la posibilidad que después de un inverno se posesiona un verano en los seres humanos. Es decir, siempre llegarán las rosas a pesar del otoño. Nada, pues, más expresivo que el amor que nace entre Richard y Lucía así: 

“El amor siempre se me ha dado a medias, le había confesado ella en una ocasión. Eso se terminó. Iba a amarla sin límite, absolutamente.” p.312

Lo que acontece es que a pesar de los inviernos siempre habrá una posibilidad de volver amar y empezar.

Para concluir, Más allá del invierno es la denuncia social que presenta Isabel Allende desde la migración, la depresión, las injusticias y el amor, este último tema como la estrategia a la que acuden los sujetos para superar los crueles inviernos. La invitación es a leer esta novela y comprender que detrás de cada invierno hay un invencible verano.

Referencias bibliográficas

Allende, Isabel. (2017). Más allá del invierno. Plaza & Janés Editores, S.A. 

[1] Fue un novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés nacido en Argelia. Sus concepciones se formaron bajo el influjo de Schopenhauer, Nietzsche y del existencialismo alemán.

[2] Stark, O. (1991). La migración del trabajo. Madrid: Mi Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de España. Colección Economía y Sociología del Trabajo No. 63.

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