Les compartimos los poemas ganadores del primer concurso de poesía 

“Más romántico que Manuel Acuña, menos pesimista que Neruda”

3er lugar. Luis Ángel Zárate.

Mírame morir

Mira, ven y continúa
que aún no empieza la función,
no es en vano aquella lluvia,
ni el latir del corazón.

Ven y siéntate paciente,
ven y observa con cuidado,
la función la da la muerte,
y yo soy el convidado.

Mira con tus bellos ojos
un momento tan preciado,
besa con tus labios rojos
esos labios de tu amado.

Mira pues cómo se tornan
de carmín a cruel morado,
cómo el cuerpo se transforma
en un bulto sin pasado.

Mira bien el rostro eterno
de tonadas arrogantes
convertirse en gesto enfermo,
con facciones suplicantes.

Mira cómo pierden brillo
esos ojos tan radiantes,
ve cómo cae el anillo
de sus dedos elegantes.

Mira cómo va la esencia
aferrada a la fatiga,
no quiere que su presencia
sea de golpe interrumpida.

Mira que la muerte baila
con la vida de pareja,
la primera es más sencilla,
la segunda más compleja.

Mira pues que solo el muerto
goza de virtud divina
porque el alma sin el cuerpo
perdió el peso de la vida.

2do lugar. Rijard Jiménez

Al atardecer

Culpo a la creación del olvido
Porque no estaremos juntos
Más que por una fotografía sin memoria guardada.

Tengo un pulsometro entre la garganta y el corazón.
Instantes, segundos
Son tu imagen,
Segundos instantes mi respiración:
Pensarte es un peligro.

Y así busco ecos en todo lugar.
Donde tu voz resuene, lejos pero aquí…
Aquí, donde suelo recolectar fragmentos

De una

         Línea

                  Que se va,

Que se difumina en el pulso de las horas,
De los días, del vaho que cubre mi boca
Y luego se desvanece.

Hoy percibo la refracción de tu aroma,
Y no sabes cuánto anhelo mudar de piel,
Quiero dejar el tacto que no me toca.
Quiero la vista más que la opacidad que nos separa.
Quiero los kilómetros Y que nuestros nuestras caras queden entre el humo,
Entre el húmedo gesto de exhalación.

Hoy escribo un poema
Sobre el vapor de la ventana
Y poco a poco, tras los signos de exclamación
¡Te vas…!

1er lugar. Adalberto Rojas

Adivino

Penetro en ti y soy el adivino.
Soy el profeta de la noche eterna.
Soy el juglar que sabe su destino
y predice mi muerte entre tus piernas.

Soy aquél que tiene el don divino
de yacer cada noche entre tu tierna
y dulce vulva negra, es mi camino,
acompañarte siempre en esta tierra.

En ti, yo he de morir, con impaciencia,
con ansia, con amor, con indecencia.
Con lujuria y pasión, enamorados.

Escrita está en tu vientre nuestra herencia,
luz nuestra que será la descendencia,
que nos verá morir, iluminados.

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