El infausto destino de Alan Smithee

 

El nombre de Alan Smithee es todo un mito en la industria cinematográfica estadounidense. A pesar de enmarcar más de 100 producciones entre cine y televisión, su nombre es sinónimo de fracaso.

Es probable que Smithee sea considerado como uno de los peores directores en la historia del cine, sobre todo por la inconformidad que envuelve sus producciones. Es claro que, conforme avanzaba su carrera, el realizador poco a poco se fue quedando sin adeptos pues casi nadie quería compartir créditos con él, sobre todo por «diferencias creativas» que hacían a los involucrados renunciar al proyecto concluido.

Esto cobra más sentido al darnos cuenta de que en realidad Alan Smithee es un pseudónimo, un alias utilizado por diversos directores estadounidenses cuando no estaban conformes con el resultado de su filme, en ocasiones por malos entendidos con los productores o el reparto.

El origen de este curioso nombre es incierto, sin embargo, la producción más cercana a él es la de Death of a Gunfighter (1969), filme que inició con el director Robert Totten, pero debido a diferencias con el actor principal, Richard Widmark, tuvo que abandonar el proyecto después de 25 días de filmación. Su reemplazo fue el director Don Siegel, quien años atrás había dirigido Invasion of the Body Snatchers (1956) considerada hoy una película de culto.

Al concluir con el filme, Siegel no quería tomar todo el crédito y buscó compartir la pantalla con Totten, sin embargo, éste se negó a aparecer y tuvieron que llevar el caso hasta el sindicato de directores de Estados Unidos. La solución fue proponer un nombre inventado, el de Alan Smithee. Así fue como en los créditos de la película western nació uno de los nombres más enigmáticos de la industria.

La sorpresa fue tal que incluso la reseña del New York Times clamaba a su sorpresivo director sin rostro mencionando que «la película fue dirigida atinadamente por Alan Smithee quien posee una facilidad para representar los rostros y extraer de ellos los detalles más puntuales».* Incluso Roger Ebert, uno de los críticos estadounidenses más destacados del siglo XX, se refirió a Smithee como «un director que permite a su historia avanzar naturalmente», a pesar de «no ser un director con el que estuviera familiarizado».

El legado Smithee había comenzado, y se expandió de tal forma que figuras como David Lynch o Denis Hopper recurrieron a él para salvaguardar su visión creativa. Su nombre había llegado como un escudo de inconformidad y como un divertido letrero de advertencia para la audiencia.

Encontrar su nombre al principio de los filmes representaba el rechazo de las personas más importantes de su realización, por lo que también era un presagio de una obra que probablemente distara del agrado del público.

Este recurso se utilizó de manera oficial hasta el año 2000, pasando a presentarse en producciones menores, sátiras y documentales de bajo presupuesto. Por ello, Alan Smithee hoy es todo un mito de la cultura pop y cinematográfica.

Una teoría apunta a que Alan Smithee es un anagrama de «The alias men», lo cual es totalmente apócrifo, pero no dista mucho de su uso. No debería parecernos extraño que este nombre haya sido objeto de múltiples sátiras, bromas y juegos en el ámbito del cine.

Inclusive, Los Simpson han llegado a utilizar a Smithee para realizar un gag bastante divertido.

Ahora que estás al tanto del apellido Smithee no olvides poner más atención a los créditos ya que podrías llevarte una divertida sorpresa sobre la verdadera autoría de la película que estás viendo.

Referencias:

Thompson, Howard (May 10, 1969). «Screen: Tough Western: ‘Death of a Gunfighter’ Stars Widmark» The New York Times.

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