El arte como arma y conciencia, una reflexión de Pablo Picasso

 

Al momento de hablar de Pablo Picasso vienen diversas ideas a la cabeza como: sus famosos periodos azul y rosa, su peculiar aportación a las vanguardias artísticas (específicamente al cubismo), además de su característico estilo y técnica peculiar. Es bien sabido que el pintor español trató, en la mayor parte de su obra, temas relacionados con la cultura y la sociedad de su tiempo, gracias a esto, Picasso es considerado uno de los artistas más importantes del siglo XX, además de dotar a sus pinturas de una voz que refleja la época en la que se desempeñó.

Es así como en 1937, Picasso creó La Guernica, la obra más importante del siglo XX, según diversos críticos e historiadores del arte. Para su creación, el pintor español fue el encargado de la obra principal para el Pabellón Español de la Exposición Universal de París de ese año. Ante la falta de inspiración, Picasso decidió alejarse un poco del proyecto hasta que el 26 de abril de 1937 se enteró del atroz bombardeo a la aldea de Guernica, esto durante la Guerra Civil Española con el general Francisco Franco al frente de la tragedia y con el ejército nazi respaldando la causa nacionalista.

Invadido por la ira, Picasso no hizo otra cosa mas que encerrarse durante 5 semanas continuas hasta culminar con su cuadro más reconocido: un bastidor de 7.5 metros de largo por 3.5 metros de alto en el que se mostraban, de manera visceral y enérgica, diversas figuras dispersas en el caos como una madre con su hijo muerto entre los brazos, un toro a manera de símbolo del nacionalismo español, además de una mujer con los brazos extendidos al cielo implorando ayuda. La colosal obra no tuvo el reconocimiento esperado, por lo que Picasso, después de enterarse del ascenso del dictador Franco, decidió que el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) resguardara dicho tesoro. 

Finalmente, en 1992,  La Guernica llegó al Museo Reina Sofia en Madrid para ser exhibida permanentemente. Esta obra representa las atrocidades de la guerra, sus consecuencias y una denuncia visceral cargada de ira en contra de la injusticia y la tiranía. Picasso no solamente se preocupó por dejar una obra anacrónica, sino también por recordarnos, a través de sus justificados desfiguros, cómo el arte puede dotar de voz a la desigualdad y ser un testigo de los estragos del tiempo y el hombre.

Para representar mejor este suceso, el sitio Zen Pencils realizó la siguiente tira en la que se muestra un fragmento de la entrevista Picasso no es un oficial en el ejército francés (Picasso n’est pas officier dans l’ar- mée francaise) realizada por Simone Tery el 24 de marzo de 1945. 

 A continuación te dejamos la traducción al español del emblemático diálogo de Pablo Picasso:

¿Qué cree usted que es un artista? ¿Un imbécil que sólo tiene ojos si es pintor, oídos si es un músico, una lira en cada fibra de su corazón si es un poeta o, incluso, si es un boxeador, nada más que sus músculos? Por el contrario, es al propio tiempo un ser político, siempre alerta ante sucesos dolorosos, brutales o felices, a los que responde de todas las maneras imaginables. ¿Cómo sería posible no interesarse por los demás y en virtud de una indiferencia marfileña ponerse al margen de la vida, que tan abundantemente expresan? No, la pintura no se hace para pintar apartamentos. Es un arma de guerra para atacar al enemigo y defenderse de él.

¿Qué opinas de la obra y la postura del artista? ¿Qué representaciones encuentras en La Guernica? ¿Crees que tenemos los motivos suficientes para crear una Guernica actual? Déjanos tu opinión en los comentarios de la nota. 

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